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Soy María, mamá de Arturo (2019). Soy matrona y Consultora Internacional de Lactancia Materna (IBCLC). Actualmente resido en Valencia, pero mi pasión por viajar me llevó a vivir en otros países, como Italia e Irlanda.

Terminé mis estudios de enfermería en la Universitat de València en 2002. Nos juntamos unas amigas enfermeras e iniciamos nuestra aventura en Italia en febrero de 2003. Tras un año magnífico, decidí volver para prepararme el examen de acceso a los estudios de la especialidad de matrona en España. Pero no conseguí plaza. Tras trabajar casi un año en diferentes ciudades españolas, me mudé a Irlanda donde viví los siguientes 10 años de mi vida.

Una década en Dublín, se dice pronto. Dublín es una de las capitales europeas con población más joven, y con menos paro. Una capital multicultural donde no paré de conocer a gente nueva de diferentes países, diferentes culturas. Esos años me llenaron de experiencias únicas, que forman parte de lo que soy ahora.

Esos años me dieron la oportunidad de cumplir uno de mis sueños: en 2012 terminé mi formación de matrona. ¡Y qué mejor sitio donde formarme! A pesar de tener el índice de natalidad más alto de Europa, tres hospitales en Dublín con una media de 10.000 partos al año cada uno. A pesar de esa multiculturalidad de la que hablaba antes, todas y todos íbamos al unísono por un embarazo, parto y puerperio respetados. La matrona es la profesional líder durante el embarazo, parto y puerperio normal, y en caso de complicaciones, trabaja junto al resto de profesionales implicados, como parte de un equipo multidisciplinar.

En Irlanda, como en otros países anglosajones y algunos hospitales en España, la matrona trabaja en todo el departamento de maternidad: en urgencias, en la planta de obstetricia, la de maternidad y la de ginecología, en paritorio y en comunitaria. Durante esos años fui testigo del poder que la naturaleza nos ha dado a las mujeres, el poder de crear una vida, gestarla, parirla, alimentarla y criarla. Es algo mágico y natural. Y digo fui testigo, porque, la verdadera protagonista de todo este viaje que es la maternidad, la verdadera protagonista principal es la mujer. Ella es la que crea una nueva vida, la que la hace crecer en su vientre, le da todo su alimento hasta que está lista para nacer y conocerse cara a cara. Ella es la que se ha ido preparando durante el embarazo para producir ese oro líquido, ese alimento único e inigualable que es la leche materna. Ella es la que le ha dado cobijo durante 9 meses en su vientre, y luego se lo da fuera con lactancia materna, con el contacto piel con piel, con los abrazos, con los besos, con todo el amor que irradian todas las madres. Las matronas apoyamos a esas madres y a sus familias, las acompañamos en este viaje que es la maternidad.

Durante mi formación como matrona, descubrí mi pasión por la lactancia materna, por apoyar a las madres lactantes en este camino no siempre fácil. Me di cuenta que lo natural se había vuelto antinatural, o esa era la percepción de muchas personas. Me di cuenta de la falta de confianza, de la falta de apoyo familiar y social a las madres lactantes. Me di cuenta de las dificultades que atravesaban las familias que decidían amamantar. Y decidí formarme para poder acompañarlas, para poder aportar mi granito de arena. En 2015 conseguí mi certificación como Consultora Internacional de Lactancia Materna (IBCLC son las siglas en inglés). 

A finales de 2015 antes de volver a España definitivamente, realicé un viaje de mochilera por el Sudeste Asiático (¿os había dicho que me encanta viajar?). Best trip ever! Lo disfruté tanto… Me encantó ser testigo de diversas culturas en su propio territorio. Era yo la extranjera. Es en esos momentos cuando te das cuenta que la felicidad y el amor no lo da el dinero, sino las personas. Puede parecer una frase hecha, pero es una realidad.

Y ya con las pilas cargadas tras este magnífico viaje, me embarqué en la experiencia del parto en casa, formando parte de un equipo de matronas. Titània es un equipo de comadronas de Barcelona que lleva más de 30 años acompañando a mujeres durante su embarazo, parto y puerperio. Sólo estuve un año con ellas, pero ¡qué año! Aprendí tanto… Aprendí mucho de las compañeras, de las mamás, de sus criaturas y de sus familias. Fue una experiencia muy enriquecedora. Tan enriquecedora que me sirvió mucho en mi propia experiencia personal de la maternidad.

Mi familia recuerda el 2016 con gran cariño, porque fue el año que decidí volver definitivamente a Valencia, mi ciudad natal. Desde entonces trabajo en un hospital público como matrona.

En 2019 me convertí en mamá de Arturo. A pesar de las dificultades, una experiencia única e inolvidable que me marcó para siempre. Todo lo aprendido me sirvió muchísimo en ese nuevo camino. Pero sigo aprendiendo, y no pararé.

Me encanta aprender y enseñar. Me encanta poder acompañar a las mujeres en el camino de sus lactancias, empoderarlas y apoyarlas en cada una de sus decisiones, brindarles las mejores herramientas, para así ver cómo van ganando confianza en ellas mismas, en sus criaturas y en sus lactancias.